1.11.16

PALABRAS LANZAMIENTO LIBRO

Palabras de presentación del libro 
a cargo del Representante Legal de la Agrupación 
señor Félix Manzo Lucic




Hace  25 años creamos nuestra propia agrupación teatral, la “Compañía de Teatro Viola Fénix”, “Viola” de Violeta, Violeta Parra y “Fénix”, por el Ave Fénix, emulando  lo resurgido, ya que se nace después del incendio de la Escuela Artística Violeta Parra, porque allí fue donde nos cobijaron durante 10 años.  

Fue en septiembre del año 1991 cuando Guillermo Ward  recién se atreve a entregar a los demás lo que aprendió con sus maestros iquiqueños. Después de 18 años como actor, dramaturgo y diseñador vive la experiencia de asistir a una Escuela de Teatro Universitaria.  Se da cuenta, que lo aprendido sobre el escenario, con la práctica de años en la Cía TIUN-TENOR ya habrían sido varias carreras actorales que tendría encima. Por supuesto,  aprendió desde la vocación misma y fue un buen alumno.

Así nacemos, primero como “Teatro del Nuevo Grupo”, se hacen talleres para incorporar a jóvenes, se seleccionan, se experimenta, hay búsqueda, creatividad, expresión, forma y contenido, el grupo crece y decanta, quedando los más comprometidos con el arte y las circunstancias.

En abril del año 1995, estrenamos a la comunidad,  Divina Comedia,   la primera obra con cuerpos pintados, en los entretechos de la vieja escuela de madera de calle Orella, con una banda sonora vanguardista y con actuaciones comprometidas de Cynthia Lineros, Harold Zapata y Senén Chávez… fueron cuerpos desnudos, pintados, música, expresión corporal… 

Luego ganamos el Fondart Nacional y montamos Barco a Venus, una investigación teatral sobre la problemática de la drogadicción.   Más reflexiva, uso de marionetas, elementos simbólicos, música, poesía, alejándonos del teatro tradicional. Empezamos a tener seguidores, proyectos,  a participar en  fondos concursables y a investigar sobre nuestra realidad.

Han pasado los años. El teatro es un arte fugaz y frágil nuestra memoria.  Así continuamos ampliando el horizonte, poniendo en valor la memoria teatral y rescatando a los protagonistas para que el tiempo no se olvide de ellos, razón por la cual hemos publicados varios libros incorporados a las bibliotecas públicas del país. Se ha validando  la vida, la pasión y la obra de nuestros reconocidos exponentes, como Willy Zegarra, Jaime Torres, Guillermo Jorquera,  plasmado la imagen de los protagonistas detrás de las tablas. También  hemos  publicado obras de contenido histórico y cotidiano como La Carpa Azul, metodologías de pedagogía teatral, libretos y juegos teatrales para niños y preadolescentes como Las pildoritas mágicas y Quién le pone el cascabel al gato y la sistematización del trabajo inclusivo con jóvenes Down en  El aprendiz de sonrisas.  

Nuestro propósito no ha sido solo el montaje teatral, hemos querido compartir lo experimentado para que sirva a los demás. Todos nuestros libros están en Internet, en la Bibliotecas Públicas del país, y es más, algunos han sido considerados como apoyo al currículo de la Educación Regional.

En estas décadas  y  adaptándonos a los cambios, se ha aprendido a compartir, a trabajar integrados, a utilizar la tecnología,  a no claudicar en calidad y perfeccionismo incorporando el  teatro espontáneo como una reinvención, en una reingeniería actoral acorde a la dinámica del siglo.

Este libro financiado por el FNDR, Fondo de Cultura del Gobierno Regional de Tarapacá año 2015, como los otros que hemos publicados, mantiene la estética y el colorido de los montajes.  Su propuesta gráfica obedece a esos principios, buen papel, excelente diagramación, buenas fotografías y portada motivadora. El contenido por cierto es valórico, de acuerdo a la percepción de cada lector. Es un libros especializado, no comercial que contiene libretos de obras, todas ya estrenadas, ya experimentadas, ya ganadoras de fondos públicos para su creación.

La trilogía dramática: Cartas de la Pampa, Desiertos Imaginarios y Carne de Cañón, nombre de  los tres textos que recopila el libro corresponden a un proceso de investigación apoyado por profesionales diversos de las ciencias sociales, poseen multilenguajes, multilecturas. Sobre todo están escritas y hechas con amor,  goce visual y los deseos por un mundo mejor.


Muchas gracias.

4.9.16

INDICE



Prólogo, Página 13

Lo que está oculto, Página 13

Nuestro norte es grande, Página 13

Las cartas de los sin rostros, Página 13

El lado B de las festividades de religiosidad popular, Página 13

La realidad de las mujeres migrantes en el norte de Chile, Página 13

Texto Cartas de la Pampa, Página 13

Texto Desiertos Imaginarios, Página 13

Texto Carne de Cañón, Página 13

Apéndice, Página 13

PROLOGO



Por  Ramón Núñez Villarroel (1)
 Premio Nacional Artes de la Representación y Audiovisuales, Año 2009

Generalmente no leo los prólogos de aquellos libros que me interesan. A menos que se trate de ensayos o textos históricos, me salto los prólogos de las obras de teatro. Soy de los que creen que si la dramaturgia es buena per se, la puesta en escena debería potenciar aún más el lenguaje escrito  transformándolo en el pensamiento sonoro de los personajes, entregándole al público, la razón de ser del teatro: entretención, sensaciones, reflexiones, juicios y cuestionamientos de todo tipo.

El texto es sólo un pre-texto para enriquecer el devenir conductual de los personajes y crear una mejor y más interesante mise en scene. No importa saber de antemano que al final Nora abandonará su casa, que Hamlet morirá y que Godot no vendrá nunca. Si la puesta en escena lo amerita, seguiremos viendo las obras con la misma expectación de la primera vez ya que las interrogantes que las buenas obras de teatro plantean se renuevan cada vez a través del tiempo y las generaciones.

El teatro se escribe para ser representado. “Teatro es lo que sucede entre los actores y el público”, afirma Grotowski y yo añado: “lo demás sobra”. No creo que el arte en general y el teatro en particular deban ser explicados a priori. La ciencia genera respuestas, el buen arte, preguntas.

Pero los que hacen el teatro desde el escritorio: analistas teatrales, críticos, profesores, teóricos de todo tipo, sociólogos y antropólogos entre otros, se han otorgado el derecho a desacralizar el misterio del teatro, mediante artículos preliminares o prólogos semánticos, quitándole al teatro la magia intangible que se produce entre actores y público. Para mí el teatro siempre debería constituirse en un proceso gozoso, en un magnífico ritual alegórico, en una fiesta para el espíritu, más allá de si se trata de una tragedia o una comedia. Si al final de una función salimos enriquecidos del recinto teatral, éste habrá cumplido su labor social.

Lee texto completo en PDF: Prólogo Ramón Nuñez




[1] Actor y Director de Teatro, Profesor Titular de la Escuela de Teatro de la Universidad Católica de Chile, Secretario y Académico de número de la Academia Chilena de Bellas Artes.

3.9.16

PRESENTACIÓN DE CONTENIDOS

Lo que está oculto…



Por Sergio Gonzalez Miranda (1)
Premio Nacional de Historia, Año  2014

Tarapacá es una fuente inagotable de inspiración para aquellos que son capaces de ver donde el común de las personas solo ven algo evidente, normal o natural.   Guillermo Ward subió a las tablas del teatro nortino las máscaras y al Supay, al diablo, a este mítico y misterioso personaje del submundo y de nuestro mundo, para contarnos una historia fascinante que indaga en lo más profundo del ser humano. 

La máscara de los figurines sueltos que bailan en las fiestas religiosas de La Tirana o San Lorenzo de Tarapacá, para algunos puede ser solo una careta, una representación del diablo, cuya finalidad sería abrir espacio para los bailarines de las distintas cofradías religiosas.   Las personas, especialmente los niños con su curiosidad,  rodean a los bailarines quienes lentamente comienzan a ocupar la cancha que necesitan para su coreografía.  Entonces el diablo suelto con sus brazos abiertos y su capa amenazante, dice ¡Todos hacia atrás!.   Esa es la imagen guardada en la memoria desde que  vimos por vez primera a esos seres danzantes de ojos saltones, que a paso firme nos daban una mirada que cortaba el aliento.

El temor a esa máscara roja intensa, de grandes ojos azules y cabello blanco o rubio no se puede negar. Ese es el Supay del que nos habla Ward quien  nos entrega las claves para conocer más del personaje y no solo la figura del “tío del socavón”,  ese sujeto mitológico de las minas de oro, de plata, de cobre, de estaño.  ¿Por qué suponer que los diablos sueltos de La Tirana son también el Supay, si las cofradías  -lo dicen sus estandartes- se organizaron en los campamentos salitreros, donde no existieron los socavones?(2)

Lautaro Núñez A., nuestro  Premio Nacional de Historia año 2002,  nos recuerda la vieja y originaria relación entre La Tirana y la minería argentífera de Tarapacá, donde el rico cerro de Huantajaya brilló en forma muy especial. Sabemos que Huantajaya -todo parece indicarlo- era la muy deseada e insistentemente buscada “mina del sol”,  de la que los incas le hablaron a los conquistadores españoles provocando su ambición.    Tenía sus socavones -hoy inundados- que dieron una riqueza todavía no cuantificada a mineros como Basilio de la Fuente y Matías de Loayza, entre muchos otros, especialmente en los siglos XVIII y XIX.   Por cierto, su primer dueño fue Lucas Martínez Vegazo, quien llegó al Perú con Francisco Pizarro, recibiendo a mediados del siglo XVI una encomienda en esa comarca tarapaqueña, que incluyó Huantajaya. Entonces efectivamente el pueblo de La Tirana, estratégicamente ubicado en medio de un bosque de tamarugos, fue utilizado para beneficio de las minas de Huantajaya y de Santa Rosa.    De tal forma, el tío del socavón sí estuvo en esta región.




[1]Sergio González Miranda, historiador y sociólogo chileno. Conocido principalmente por sus trabajos sobre la cultura pampina, los pueblos altiplánicos y las relaciones fronterizas entre Chile, Perú y Bolivia, incluida la acción de las ligas patrióticas.
[2] Excepto en algunas salitreras donde el caliche se extrajo de cuevas.